una experiencia visual única que invita a soñar con el viaje más allá del horizonte.
Este mural fue diseñado con una petición del cliente fue clara: crear una obra en blanco y negro que integrara de manera orgánica un carro clásico rojo con el paisaje circundante de palmeras, mar y carretera. La idea era que el vehículo pareciera surgir del paisaje, como si estuviera saliendo directamente del muro hacia el espacio del restaurante.
El mural debía complementar el estilo del restaurante sin perder su carácter visual, y convirtiendo el espacio en un lugar instagrameable.
El uso exclusivo de tonos en blanco y negro permitió explorar contrastes y sombras profundas que dan la ilusión de profundidad y movimiento.
Este mural no solo sirvió como una pieza decorativa, sino como una extensión de la identidad visual del restaurante, creando una conexión directa con el espacio y el ambiente, ofreciendo a los visitantes una experiencia visual única que invita a soñar con el viaje más allá del horizonte.